Quienes siguen este blog se habrán percatado que escribo menos seguido que antes. Lo que me sucede es que he estado sintiendo la necesidad de redefinir el blog. De hacerlo mas personal.
Supongo que en la vida de cada uno hay momentos que se pueden compartir sin tener que desvelar su propia intimidad. Que en la vida de lo cotidiano donde repetimos invariablemente tantas actitudes, se esconden pepitas que basta frotar para hacer brillar. Y son estas pepitas, las que hacen que lo que te esté sucediendo pueda salir de lo ordinario y ser interesante para otros.
Muchos blogs se limitan a copiar lo que hacen otros, y sobre todo se nutren de lo publicado por la prensa escrita. Esta actitud podría haber sido positiva si no fuera que hoy, cada persona tiene acceso a esta prensa escrita a nivel internacional a través de los periódicos que publican en la red. Copiar y pegar es la premisa de aquellos blogs, sin mucho interés general, me parece.
Otros blogs atraen muchos clicks hablando de temas fáciles que no van mas allá de lo sexual, lo deportivo, los gadgets o el consumerismo. Son los que más atraen publico.
Pues yo quisiera variar esto y cambiar el blog. Hablar menos de mas, es lo que hacen muchos. Esto da la impresión que se esta manteniendo un flujo constante de cosas que decir, pero si se desea un mínimo de honestidad, una sola persona no puede soportar tal cadencia a menos que copie y pegue todo el día.
Hablar mas de menos, es decir espaciar los posts para no dedicarse a escribir mas que cuando se siente algo que contar o compartir me parece un mejor camino. Aunque esto hace mas difícil atraer la atención del lector menos exigente. La tercera solución es un compromiso de las dos anteriores y esto despersonaliza el blog convirtiéndolo en un potpurri de cosas sin mucho pie ni cabeza.
Menudo problema. No tengo la solución definitiva pero probablemente me vaya orientando en las próximas semanas hacia la segunda que consiste en publicar mas espaciado pero mas consistente. Se aceptan todo tipo de proposiciones.
Cambiando rumbo.
El blog de Hugo Orell 